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MASONIC PAPERS


 

MASONIC PAPERS

by R.W.Bro. LEON ZELDIS

APERTURA DE LOS TRABAJOS


Los rituales masónicos deben ser estudiados en tres niveles: el primero, el texto con su significado corriente, que constituye lo que podríamos llamar el sentido exotérico del ritual; segundo, a través del significado simbólico de los términos y objetos que figuran en el texto; tercero, el nivel esotérico, para cuya comprensión es necesario estudiar las alusiones a tradiciones místicas y esotéricas incorporadas en nuestros rituales.


La primera pregunta que cabe hacerse es, por qué se necesita un ritual de apertura? La tenida, después de todo, es una especie de sesión. En otras organizaciones, compañías, parlamento, sociedades, el presidente de la sesión procede a abrirla directamente, sin ningún ritual especial. El Venerable de la Logia seguramente sería capaz de decir, sin mayores rodeos, “se abre la sesión”, o “la tenida”, dar un golpe de mallete, y proceder a la lectura del acta.
La Logia trabaja dentro del Templo Masónico, un lugar que ha sido Consagrado en una ceremonia especial, es decir, se ha transformado en un lugar Sagrado. La Logia trabaja en un lugar sagrado, y en un tiempo sagrado, como veremos a continuación.



Por una parte, el Venerable llama al silencio físico, la ausencia de ruido, para permitir que los hermanos se concentren en las palabras que van a seguir. 
Pero no sólo el silencio físico es al que exhorta el ritual, lo que se pide es acallar el tumulto de pensamientos y pasiones que revolotean en la mente, la algarabía de ideas, sentimientos, impresiones y recuerdos que chocan caóticamente  y obstaculizan el enfoque de nuestra conciencia para ejecutar el trabajo masónico. Sin imponer orden en este caos, ningún trabajo efectivo es posible. El segundo deber del Masón es verificar si todos los presentes son Hermanos. Esta verificación no se hace preguntándole a los Hermanos si son masones, sino observando su comportamiento. Cada hermano demuestra su calidad de Masón por la señal que hace, es decir, por su comportamiento.
El Venerable pide ponerse al Orden. La posición al orden está compuesta por tres elementos: la posición de las manos, de los pies, y el saludo con que se termina. No se mantiene posición al orden estando sentado, ni caminando.


El Venerable conduce ahora un diálogo con los oficiales principales de la Logia. Comienza con los que están más cerca suyo, el Orador, el Secretario y el Maestro de Ceremonias, verificando que las condiciones preliminares para que los trabajos de la Logia sean regulares se hayan cumplido. 


Una última observación. La posición de los Oficiales en la Logia es fija, así como los planetas giran alrededor del sol en órbitas fijas. Los planetas conocidos en la antigüedad eran también siete, girando en las siete esferas del cielo.
El Venerable Maestro se sienta en el Oriente para iluminar con su sabiduría los trabajos de la Logia. En algunos rituales masónicos esta idea se expresa de forma material, encendiendo una vela en el Oriente y llevándola luego a tres cirios alrededor del altar, que representan las tres luces del Taller.


Hay otra frase del ritual que merece explicación. Nos reunimos aquí para “levantar templos a la virtud y cavar fosas al vicio”. En algunos rituales se dice “mazamorras” en vez de fosas, pero la idea es la misma. La actitud de la masonería ante la virtud y el vicio no es de filosofía abstracta, sino muy realista. No decimos “hay que eliminar el vicio”. Eso es imposible en el mundo en que vivimos. Los que se le exige al Masón es que tome parte activa, personal, en la lucha contra las taras psicológicas y sociales de la humanidad, que designamos alegóricamente como “vicio”. 

No trabaja el Masón por su propia gloria, ni la de su Logia, ni de la Masonería, sino por un ideal, simbolizado por la figura del GADU; esta lección de humildad la recibimos en el momento mismo de abrir los trabajos, para tenerla fresca en la memoria durante todo el transcurso de la Tenida.


La Tenida, dije antes, se realiza en un tiempo simbólico, consagrado. Las horas simbólicas del trabajo masónico son de Mediodía a Medianoche. Estas horas admiten diversas interpretaciones. Mediodía es el momento en que el sol se encuentra sobre el meridiano. Su luz cae directamente sobre nosotros, en posición vertical, sin producir sombra. Es la luz más plena. A esa hora trabajamos los "hijos de la luz".



Finalizamos le Tenida con la cadena de unión. En algunos Templos masónicos, hay una cuerda o cadena circundando las paredes, junto al techo. Representa la cadena fraternal que circunda al mundo.
Los Masones se retiran en paz.


 
   
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